domingo, 8 de octubre de 2017

Educación, aprendizaje y red.


He decidido comenzar mi reflexión sobre el tema haciendo un tanto de “abogado del diablo”. Que estamos en la era de la conexión y que estar fuera de la red es estar en el error, creo que se ha convertido en un lugar común, pero aun así comparto el sentido de la expresión en lo general. Lo que no creo, ni de cerca es que todo aquel que esté en red merezca ser excluido de toda sospecha de atraso y oscurantismo.
Nadie ha sintetizado la desconfianza de la integración de las personas a la red como el filósofo y filólogo (entre otras adscripciones) italiano Umberto Eco. El famoso autor de El nombre de la rosa, tratado de semiótica general, apocalípticos e integrados, entre otros y que fuera referente de la reflexión cultural en general y de los medios de comunicación en particular dijo una vez en entrevista para el diario La Stampa:
“Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”.
Y nos encontramos a cada momento con el poder que las redes le han dado, tanto a los que desean difundir información falsa (por los motivos que sean) como a los que la replican sin el mínimo sentido crítico. Es tan grave que incluso sitios de prestigio han hecho eco de noticias falsas en su afán de inmediatez y el prestigio que acarrea la novedad. Investigar fuentes y veracidad es un trabajo que se deja de lado. A un nivel menos informado, las cosas son aún peores, en nuestros días se ha establecido el pensamiento falaz de que si algo circula en internet es por que merece ser tomado en cuenta. El grueso de los que habitan la internet tiene un gran desconocimiento de lo relativamente fácil que es generar información en la red y sumarse a las voces que la alimentan. Decía Eco en una entrevista para ABC:
“La televisión ha promovido al tonto del pueblo, con respecto al cual el espectador se siente superior. El drama de Internet es que ha promocionado al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad”.
Y en otra entrevista para El País:
“Internet puede haber tomado el puesto del periodismo malo… Si sabes que estás leyendo un periódico como EL PAÍS, La Repubblica,Il Corriere della Sera…, puedes pensar que existe un cierto control de la noticia y te fías. En cambio, si lees un periódico como aquellos ingleses de la tarde, sensacionalistas, no te fías. Con Internet ocurre al contrario: te fías de todo porque no sabes diferenciar la fuente acreditada de la disparatada. Piense tan solo en el éxito que tiene en Internet cualquier página web que hable de complots o que se inventen historias absurdas: tienen un increíble seguimiento, de navegadores y de personas importantes que se las toman en serio".”
Esto lo he citado no con la intención de unirme al descrédito de la información que consumimos cotidianamente, sino para llamar la atención sobre puntos en la agenda de medios que aún deben preocuparnos. Creo que es un error volcarnos de forma irreflexiva hacia las bondades, por ejemplo de la educación en las plataformas virtuales a costa de desvalorizar el valor de la interacción humana. Cuando Genis Roca ve algo mal en un aula tradicional de clase yo veo a niños aprendiendo a convivir con sus semejantes en una dimensión que los prepara para la virtualidad. Cuando él ve un médico sin redes sociales como una especie de semi bárbaro, yo veo a alguien que puede estar valorando más ver a los ojos de los pacientes y tomarse la molestia de preguntarles su nombre, o cómo se sienten el día de hoy.

Creo que la capacitación docente debería hacer un fuerte énfasis en las herramientas de discriminación de la información. Por el bien de todos.
Fuentes:
https://verne.elpais.com/verne/2016/02/20/articulo/1455960987_547168.html
TEDx [TEDx Talks] (2011, febrero 08). Evolución humana y educación. Genís Roca at TEDxRamblas [Archivo de video]
 Suárez, C. (22 de marzo de 2012) De la escuela-lugar a la escuela-nodo [Mensaje en un blog]. Recuperado de: http://educacion-virtualidad.blogspot.mx/2012/03/de-la-escuela-lugar-la-escuela-nodo.html
The New Media Consortium (2013). Perspectivas Tecnologías. Educación Superior en América Latina 2013-2018. Un análisis regional del Informe Horizon del NMC. Recuperado de:
http://www.unpa.edu.ar/sites/default/files/descargas/Administracion_y_Apoyo/Materiales/2016/T129/2013-Horizon_Report-ES.pdf

viernes, 29 de septiembre de 2017

Escenario 3. Mi Tema / Inquietud en la red

He elegido uno de los temas que me han interesado sobremanera en los últimos años, por incidir de forma directa en mi campo de trabajo: el de la “defensa de la filosofía” ante las iniciativas encaminadas a desaparecerla de la currícula escolar de la educación media superior o, por lo menos, convertirla en una serie de habilidades útiles para otros contenidos, diluyendo así su peso como una materia de tipo tanto formativo como informativo.
En Europa y América, estas iniciativas han sido reflejadas ya en no pocas ocasiones en reformas a los planes de estudio, consistentes tanto en la reducción de las horas clase dedicadas a la impartición de asignaturas filosóficas como a la reelaboración de los objetivos de las mismas, pasando de tener un contenido genuinamente independiente a ser una mera auxiliar en la comprensión de las otras materias. La filosofía, según este último enfoque, estaría repartida en forma de habilidades a lo largo de los programas de estudio. “Competencia transversal” ha sido uno de los eufemismos favoritos de los estrategas educativos encargados de llevar esto a cabo.
Opino que defender a la filosofía es una postura avalada tanto por la razón como por el sentido común. El empobrecimiento personal y social al que se nos expone al retirarla de los niveles educativos donde tradicionalmente ha tenido un lugar preponderante, es tanto injustificable como imperdonable.
Recuerdo hace tiempo haber sostenido que era importante averiguar por qué se había llegado a estas instancias, en qué momento permitimos que los encargados de las políticas educativas llegaran a pensar que la filosofía era prescindible, al menos como se había considerado hasta entonces. Yo conjeturaba que caer en las teorías de la conspiración era algo natural hasta cierto punto, pero injustificado, es decir, tiene cierto sentido suponer que hay una intención detrás de todo esto, que alguien se beneficia con su desaparición. Pero también, siendo consecuentes con las enseñanzas de la filosofía, se impone la autocrítica, es nuestra inacción la que ha, en parte al menos, permitido que esto pase. No hay una adecuada divulgación de los objetivos, métodos y consecuencias de la reflexión filosófica, los filósofos deberíamos ser los principales vínculos entre nuestro saber y la sociedad, y no lo somos. La ciencia es un ejemplo de saber que ha tomado consciencia de la importancia de la buena divulgación, logra informar, e incluso interesar genuinamente a las personas.
He dado recientemente con una discusión que indirectamente tiene que ver con lo que he dicho antes y que se divide en dos posturas: la primera se puede enunciar de la siguiente manera:
1.      Si bien la filosofía debe ser defendida, no es correcto recurrir a argumentos cuestionables como: “La formación humanística es un pilar de la democracia” o “El conocimiento de las humanidades contribuye a nuestra realización como persona”, entre otras.  La segunda postura es:
2.      Los valores que promueve la filosofía efectivamente hacen una valoración de las formas de gobierno, entre ellas, de la democracia que sale fortalecida cuando se le analiza filosóficamente y las humanidades, entre las que se encuentra a la cabeza la filosofía, permite a sus exponentes ser reconocidos como ejemplos a seguir en más de un aspecto.


Jesús Zamora Bonilla

La primera postura es sostenida por un filósofo español muy importante llamado Jesús Zamora Bonilla, quien encendió la polémica con un escrito publicado por el diario El País titulado “Cómo no defender a las humanidades”. La segunda postura ha sido asumida por más exponentes, entre los que se encuentra otro importante filósofo español: Fernando Broncano en un texto publicado en su perfil de Facebook que lleva por título: “Cómo defender las humanidades”.

Fernando Broncano


Me permito mencionar que yo estoy más de acuerdo con el primero. No hace falta recurrir a argumentos poco claros para defender a la filosofía, habría que poner énfasis en las cualidades de pensamiento que promueve y que son relevantes para el desarrollo de los individuos en las sociedades contemporáneas, tales como el pensamiento crítico y creativo, las habilidades argumentativas formales e informales, etcétera.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Escenario 2. Yo y la Red




Comparto un gráfico que "mapea" mi actividad en la red. Lo he dividido en cuatro raíces: aprender, aportar, informar e interactuar. Lo primero que me ha hecho evidente es la diversidad que hay en "Aprendo" comparado con las otras raíces. Por otro lado, el tiempo dedicado sería un factor a considerar, aunque no está expresado en el mapa. He puesto en "Aporte" el Moodle que es un punto importante para compartir información en mis clases y Protrepsis, que es la revista electrónica que fundé y dirijo. Ha sido revelador poder ver en plasmada mi actividad en la red, me ha obligado a hacer una clasificación de la que no era muy consciente.
Me disculpo por haber usado un software para hacérmelo más fácil (www.goconqr.com), pues no tengo a mano los recursos para hacer atractivo un mapa hecho a mano, creo que tampoco tengo el talento. Por cierto, no tener al alcance colores me ha hecho pensar que, así como he ido adquiriendo habilidades digitales, he ido perdiendo destrezas manuales. Cuando debo escribir en el pintarrón de mis salones mis alumnos sufren de más entendiendo mi terrible caligrafía. Un dato extra que me dejo para reflexionar.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Me presento


Hola. Me llamo Jorge Grajeda. Estudié filosofía y un posgrado en psicología experimental. Actualmente, además de ser profesor en la carrera de psicología en el ITESO, soy profesor del departamento de Filosofía de la Universidad de Guadalajara desde hace 13 años, en donde imparto clases del área de lógica y filosofía de la ciencia, además soy el director de Protrepsis, la revista de filosofía del mismo departamento.
Mis intereses son un cruce de caminos entre la filosofía (que siempre está presente como telón de fondo), la psicología y las ciencias computacionales. Me interesa la ciencia en general, la ciencia de la conducta en lo particular y la inteligencia artificial, sus implementaciones e implicaciones (también soy programador).
Me gusta la literatura en general, desde Tolstoi hasta Murakami, pasando por Lovecraft y Tario, me fascina el cine y la animación en general (en particular la japonesa). Disfruto la música, la cerveza y la buena compañía, no necesariamente en ese orden.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Reflexión a partir de la experiencia de Sugata Mitra


La charla de Sugata Mitra hace contacto con alguna de las cuestiones más interesantes que se debaten en educación hoy en día. La crisis del modelo de enseñanza-aprendizaje tradicional en nuestro país ya ha tomado carta de naturalización. En el sector público, las aulas parecen reproducir un modelo que no ha dado muestras de progreso, las pruebas de las condiciones más básicas como lo son la habilidad lectora y la de razonamiento abstracto lo demuestran. Los puntajes son desalentadores y culpar al sistema de evaluación (de alumnos y docentes), no resuelve el problema.

La introducción de tecnología, que hace una década se anunciaba como la gran panacea ha fracasado, los indicadores siguen siendo los mismos y el uso que se le da a los dispositivos, al pasar por una serie de instrucciones y fiscalizaciones desalienta la iniciativa de los estudiantes, eso sin contar los problemas de rezago en conectividad.

El maestro ya no puede seguir con el rol tradicional de depositario del conocimiento correcto, la complejidad de la vida actual lo vuelve imposible, la cantidad de información desborda los intentos de los maestros de exhibir cualidades enciclopédicas. En su lugar, se sugiere ahora que se ponga énfasis en la capacidad práctica de los profesores para poner a los alumnos en situaciones significativas y que, si algo debe enseñar en forma directiva, se trate más de estrategias de búsqueda de información que de almacenamiento en la memoria, que por lo demás suele ser bastante frágil.


Creo que el modelo que ha puesto en práctica el conferencista es ideal para países como el nuestro en donde hay tan pocos profesores para una cantidad enorme de alumnos. Poner énfasis en el diseño instruccional y en la estandarización de la forma de transmitir las instrucciones centraría los esfuerzos en áreas por demás realistas. El profesor como guía y fuente de refuerzo positivo (lo que hacían las “abuelas” en el vídeo de Mitra) es lo que se viene, de nosotros dependerá que las estrategias sean las más adecuadas para el tipo de alumnos que recibimos y que, según las exigencias sociales, debemos entregar. Convertir la realidad que parece adversa en una zona de oportunidades.